BALANCE DE LOS 12 AÑOS DEL PROYECTO SABORITA: Pasado, presente y futuro
Queridos amigos y amigas de Saborita,
Hoy hace 12 años que os escribí una primera carta, con la que todo comenzó. Una carta nacida de un impulso por compartir un giro radical en mi vida, donde expresaba mis dudas y mis determinaciones. La maravillosa respuesta que recibí fue la catapulta que, de algún modo, me ha traído hasta aquí. Hoy me emociona compartir con vosotros un momento igualmente especial: el comienzo de la tercera fase del proyecto Saborita, donde el impulso ahora es el de conectar los extremos de un círculo. Me explicaré más adelante.
Durante este recorrido de 12 años, nuestra red y misión han madurado, y con ello también nuestra capacidad de cuidar esta tierra, su gente y sus productos. Lo que empezó siendo una carta en singular es ahora un proyecto plural. Nos hemos convertido en algo más grande que un simple grupo de agricultores; somos una comunidad de personas comprometidas que han aprendido a superar retos .
Ha llegado para nosotros el momento de dar el salto que llevamos varios años preparando, y en parte postergando por las vicisitudes y limitaciones del momento. Ahora es tiempo de abrir nuevas puertas que nos permitan devolver al mundo lo que vosotros, nuestra comunidad, nos habéis estado dando.
Como sabéis, vivir del campo no es fácil, especialmente en tiempos de crisis climática y cambio social. Estos últimos años, nos hemos enfrentado a un clima con sequía prolongada y calor extremo, superando récords año tras año, incendios devastadores, lluvias torrenciales y una crisis de costes que golpea profundamente a quienes elegimos la via campesina y cuidar la tierra. Nos hemos visto obligados a gestionar múltiples oficios simultáneamente para que nuestra actividad sea viable: además de agricultores, nos toca ser administradores, comunicadores, especialistas en logística, mecánicos, vendedores… Estos últimos años han parecido una larga carrera de obstáculos que nos ha impedido dar el salto a esta nueva etapa que estamos iniciando. Y ahora, justo mientras escribo estas líneas, nos está lloviendo todo el agua que no habíamos visto por aquí en 2-3 años, y que, por otro lado, me permite hacer una pausa en la cosecha para escribiros.
A veces, este trabajo es solitario y osado, pero vuestra presencia y apoyo nos han recordado constantemente por qué lo hacemos. Las limitaciones de estos años nos han puesto a prueba, pero vuestro apoyo ha sido un pilar fundamental que nos ha permitido resistir y salir adelante.
Vosotros, nuestros consum’actores, habéis sido la pieza clave de nuestro recorrido. Con cada producto que habéis adquirido, habéis hecho más que comprar alimentos; habéis apostado por un modelo de vida, por una forma de entender la tierra que la cuida y la protege. Habéis sido el apoyo que necesitábamos para superar los desafíos y seguir adelante. Gracias a vuestro compromiso hacia nosotros, conseguimos mantener verdaderos oasis de vida y belleza, capaces de producir productos extraordinarios, como el aceite de oliva Serrana, único en el mundo, almendras marconas, avellanas negreta, etc. Sin un proyecto que valorice estos cultivos, un gran número de olivos multicentenarios que hoy producen el aceite que consumís, hubieran sido arrancados para decorar rotondas durante algunos años, hasta colapsar en el norte de Europa.
Incluso más que por haber rescatado cultivos y sabores del olvido, lo que más nos enorgullece es haber tejido esta comunidad increíble y resiliente de personas maravillosas, de productores y de consumidores a nuestro alrededor. Es un refugio y una potencia increíble que, en estos tiempos tan inciertos y complicados, nos permite mirar al futuro con serenidad, mantener la soberanía alimentaria y cierta tranquilidad sobre la solidez de nuestra actividad.
Antes de revelaros las novedades y perspectivas, quisiera hacer un breve repaso del recorrido de Saborita:
L’origine de Saborita
Muchos de vosotros nos conocéis desde antes de Saborita, viejos amigos, compañeros y camaradas de aventuras o de estudios, incluso de la época cuando tuve el restaurante, de las épocas en que viajábamos como cooperantes o desde la asociación OïSA, o el largo periodo de en total casi 15 años en Francia, UK y Alemania estudiando y difundiendo la cooperación, las alternativas, las iniciativas de desarrollo local y comunitario, los espacios intermedios de cooperación, centros culturales o de desarrollo local, o explorando la vida en comunidad. En esta última etapa de 8-9 años justo anterior a Saborita, a través de la asociación OïSA y la asociación RELIER, tuvimos, junto a Claudia un periodo apasionante y enriquecedor, que nos llenó de esperanza de un mundo más amable y nos permitió conocer a personas formidables, audaces, valientes y bondadosas, con quienes compartía el compromiso de cuidar este mundo.
Con estas experiencias en nuestra mochila, además de una hija pequeña y un bebé en camino, Claudia y yo volvimos a España a finales de 2012. Nos re-encontramos con nuestros primeros olivos en la sierra de Calderona, en un rincón apartado: la finca “La Saborita” (lugar del barranco Saboritsa, “sarriette” o hierba de olivos), el pequeño paraíso que mi padre nos cedió, donde él desconectaba de todo. Estaba claro que conservaríamos ese nombre tan bonito: Saborita
Primera Etapa: 2012 -2016 El Gran Salto, de la Teoría a la Práctica
Los primeros pasos fueron un viaje de descubrimiento lleno de aprendizajes y esfuerzo. Comencé este camino de tocar tierra bastante solo a finales de 2012, lleno de entusiasmo, con ideas muy frescas de todo lo visto y experimentado en OiSA, y motivado para proponer y dinamizar rápidamente un territorio lleno de potencial cuando lo pienso ahora, ¡que bonico y que ingenuo! Lo primero que aprendí es que llegar a ser agricultor requiere tiempos largos, es un proceso lento y lleno de meandros. Además en cierto modo yo era extranjero en mi tierra, con mucho reaprendizaje por delante.
Así pasaron varios años de duro trabajo, cosechas difíciles, ensayos y errores, dolores de cabeza para lograr que mi aceite fuera realmente mío, ecológico y no mezclado con aceitunas no ecológicas. Fue un proceso de encontrar financiación, haciendo múltiples desplazamientos para vender lo producido sobre la marcha, recolectando aceitunas y también el dinero necesario para comprar herramientas, como desbrozadoras y motosierras. En los primeros tiempos, los desplazamientos eran en furgonetas prestadas, luego alquiladas, hasta que finalmente adquirí mi propio furgón Iveco de segunda mano (que todavía me acompaña en el campo).
De una forma poética puedo decir que Saborita nació para rescatar y defender el minfundio, ese modelo de agricultura valenciana que resiste frente a los grandes latifundios y los territorios cubiertos de plásticos y agricultura intensiva industrial, tan comunes en otras regiones. Ya venía de antes enamorado del paisaje en mosaico del interior valenciano, tan único y lleno de biodiversidad, donde el olivar es el eje del ecosistema. Pero entonces también me cautivaron el patrimonio culinario, los ingredientes de esta tierra, los sabores antiguos del Mediterráneo y, por supuesto, el que considero el mejor aceite de oliva del mundo. Estaba convencido de que aquí había una joya desconocida que merecía ser descubierta y que traería abundancia a este territorio. Y así fue. Esa fue la inspiración y la razón de ser de Saborita.
Más prosaico, aquellos años fueron de muchísimo trabajo físico, de sentirme, por momentos, exultante de energía y conectado con la tierra, y en otros, exhausto y desconcertado por mi cambio de rumbo, habiendo dejado atrás años de riqueza intelectual y viajes apasionantes de descubrimiento. A veces me sentía como un impostor, no merecedor del título de agricultor, y aún menos de “campesino” por no haber crecido en esa realidad. Pero, poco a poco, mi identidad fue entrando en coherencia y en paz con mi realidad cotidiana.
Además, llegó Noel, mi hermano, que se unió a Saborita en 2015 , y pronto fuimos más fuertes y capaces, encontramos más motivación diaria y menos sacrificio y no encontramos con la posibilidad de llegar más lejos. Ahí comenzó el verdadero amor por el trabajo, superando el mero enamoramiento de los primeros tiempos.
La participación diaria de Claudia en la retaguardia, su presencia en la crianza de nuestras dos hijas, Naroa y Selma, y su progresiva implicación para darnos a conocer y así crear nuevas relaciones con consumidores a los que pudimos llevar nuestras producciones, fue y sigue siendo fundamental en esta historia.
Desde entonces, lo esencial no ha cambiado: nuestro modelo defiende lo pequeño, lo local, el canal corto de consumo y lo auténtico. Creemos firmemente en la alta calidad que puede surgir de pequeñas parcelas trabajadas con esmero, de los paisajes vivos y vibrantes de las sierras Espadán y Calderona, y de la riqueza de nuestro “oasis mediterráneo”. Sobre esos cimientos iríamos estructurando y aumentando nuestro impacto y área de acción.
En esos años iniciales, aprendimos a conocer y amar nuestra tierra, a respetar su ciclo y su ritmo. Inventamos formas de manejar los suelos y a practicar podas acordes con el nuevo clima, el calor extremo y prolongado, la escasez de agua interrumpida por los excesos torrenciales. Nos embarcamos en un viaje entre campos y carreteras, llevando nuestros productos directamente a quienes creyeron en nuestro proyecto desde el principio. Gracias a ese vínculo cercano y personal, crecimos junto a nuestros primeros consumidores, que también se convirtieron en amigos.
Una anotación: ¿Sabéis cuánto vale un litro de aceite de oliva Saborita? ¿Hablamos de precio o más bien, de valor? Para empezar, un litro de Saborita Temprano equivale a aproximadamente 8 kg de aceitunas, y 6 kg en el caso del Zumo de Saborita. Imaginad lo que cuesta recoger y bajar 100 kg de aceitunas desde lo alto, a mano, en estos olivos centenarios, a menudo aislados, en las terrazas, con los que hacer unos 12 a 15 L, que además de las que aún hay que molturar y extraer el aceite.De media interanual – muy variable de un año a otro -, de cada olivo conseguimos alrededor de 15 kg de aceitunas, un poco más de 2 litros de aceite Saborita por árbol. Se necesitan muchos olivos para que esta actividad sea viable. Por eso somos pocos los que vivimos aquí de ello; la mayoría mantiene olivos solo para autoconsumo, debido a la falta de rentabilidad.
Y cada vez hay menos gente dispuesta a mantener estos cultivos. No pueden competir en precio con las explotaciones intensivas o de rotación rápida, donde se arrancan y replantan árboles cada poco tiempo, con fertilizantes, o de enormes extensiones de monocultivo y con cosechas mecanizadas (bio o no bio, da igual, esto es lo que se encuentra mayoritariamente en las tiendas). Sin embargo, en esas explotaciones obtienen grandes márgenes, mientras que nuestro aceite apenas se venden a precios ligeramente superiores a los de los aceites de oliva (supuestamente) virgen extra de supermercado. Nuestros primeros años coincidieron con una buena racha de cultivo, pero la tendencia cambió desde 2018. Por suerte, la unión con más productores empezó a hacernos más fuertes.
Segunda Etapa: 2017- 2023 Crecimiento, Comunidad y Resiliencia
La segunda etapa, que comenzó alrededor de 2017, fue la consolidación de nuestra red de amigos y productores. Y esto fue posible porque Saborita se convirtió en un colectivo en sí mismo. Por un lado, la cooperativa de Segorbe hizo una gran apuesta por nosotros, abriendo una línea nueva para molturar exclusivamente aceituna ecológica, facilitándonos en gran medida eso que había sido un quebradero de cabeza, lo que animó a varios compañeros productores a unirse a nosotros: Germán de Alfondeguilla, Miguel de Geldo, Rubén de Algimia de Almonacid, y Miguel y Marta de la Vall de Almonacid. Personas maravillosas, comprometidas con la agroecología y conocedoras de la realidad campesina. Esto nos dio mayor capacidad para responder a las fluctuaciones de producción y a la demanda de nuestros aceites, a colaborar con el trabajo y anticipar años difíciles. También fue el momento en el que Mustapha se unió definitivamente al equipo, como compañero de cada día, con su conocimiento de campesino y pastor desde la infancia, su maestría en la poda, su compañía generosa y su calidez humana.
Al mismo tiempo, la llegada a Saborita de personas mucho más capacitadas que yo en gestión empresarial nos permitió convertirnos en un proyecto profesional, estructurado, capaz de hacer mucho más que producir y transportar. La incorporación de Susana y de Claudia a tiempo completo, ambas de corazón generoso, su perseverancia, su capacidad para aprender y transmitir, su creatividad y motivación, fue el siguiente escalón desde el que la red informal se concretizó, con medios, capacidad de solicitar ayudas que sentaron las primeras bases financieras, y juntos dimos vida a Sabores de Vida, una plataforma que nació con la vocación de dar servicio a pequeños productores como yo, comprometidos pero sin habilidades o tiempo para ser una especie de hombre orquesta, que es lo que hoy en día se exige a los campesinos para subsistir. Personas con grandes productos y saber hacer, pero sin medios para llegar a las personas que buscan lo que ellos tienen.
Así pues, Sabores de Vida unió a agricultores de productos variados y locales, con visiones complementarias, diversificando los sabores y dando estabilidad a nuestra red. Varias personas más pasaron meses, un año, o dos, en prácticas, en transiciones profesionales, con ganas de aportar sus competencias y de empaparse de la efervescencia del momento, como Arturo, Rober, Vicent y Rigo, ingenieros agrónomos que transitaron nuestro proyecto y cada uno dejó su impronta y contribuyeron mucho a la innovación que hoy representa nuestros cultivos. También han compartido camino con nosotros Rubén y Águeda, ayudándonos a crear una comunicación visual más simpática y cercana. Nuestra querida Susana dejó el día a día de Saborita, aunque seguimos siendo amigos íntimos y cercanos, y se unió de forma permanente Ana, con su experiencia profesional, habilidades de gestión, organización y dirección, su liderazgo amable y su fuerza de trabajo.
Entre todos los que están y los que estuvieron, hicieron posible que Saborita dejara de ser un proyecto bonito e intenso pero desordenado y agotador, para convertirse en algo hecho para durar y permitir en los años sucesivos la llegada de más maravillosos compañeros de viaje: Mariola en administración, Armando confeccionando pedidos y dando apoyo en la producción, Isabelle en contacto con vosotros, recientemente el apoyo de Miguel y Marian y, por supuesto, la presencia cercana muy cercano de mi otro hermano, Israel, apoyo polivalente y que con su vigilancia de nuestras cuentas y su conocimiento financiero nos ayuda a tomar buenas decisiones económicas (tema del que hemos ido entendiendo su justa importancia) … formando entre todos la familia actual de Saborita – Sabores de Vida.
Quienes trabajan en el día a día con Sabores de Vida son las personas gracias a las cuales las familias de los productores, como la mía, hemos ganado horas de vida, podemos disfrutar de domingos juntos o descansar; nos permiten vender dignamente, y asi nos cuidan, y cuidan la comunidad que formamos junto a nuestros consum’actores y todos vosotros, que nos leéis.
Gracias a este paso hacia la profesionalización y a las diversas ayudas y reconocimientos que obtuvimos en el camino, pudimos echar raíces en el territorio. Algunos de los productores y miembros de Saborita, incluyéndome a mí, hemos podido desde entonces dedicar cada vez más tiempo y esfuerzos a proyectos de mayor alcance e impacto social, que fortalecen nuestra comunidad y el territorio.
1. Entre algunos de estos proyectos que hemos podido desarrollar está Ecoliva de Espadán, nuestro programa de custodia del territorio para recuperar los olivos centenarios de montaña y dar vida a zonas amenazadas por el abandono. Cada olivo rescatado, cada fruto que recogemos de ellos, es una pequeña victoria en nuestra determinación de hacer frente al abandono rural. La custodia del territorio implica involucrar a propietarios de tierras, comprometiéndose a largo plazo, renunciando a vender sus tierras y aceptando que sus parcelas se utilicen tanto para la producción agrícola como para la biodiversidad. Aceptar que los árboles podados por tus tataratatarabuelos sean podados por nuevas personas no siempre es una idea fácil de aceptar. El valor emocional supera a cualquier otro. También el dolor y la frustración de tanto trabajo invertido sin rentabilidad les lleva en muchos casos a abandonar y mirar para otro lado mientras los olivos mueren absorbidos por las pinadas.
Actualmente, la explotación que gestionamos en Saborita abarca 18 propietarios diferentes, con los que hemos ido firmando acuerdos a largo plazo, garantizando así que estas tierras no se destinen a la instalación de paneles solares ni a otros usos no agrícolas. Nos reunimos cada año, nos llamamos y nos echamos una mano y estos propietarios también forman parte de nuestra comunidad. Nuestra explotación cuenta actualmente con 36 hectáreas de olivos, 5 hectáreas de almendros, 2 hectáreas de hortalizas y 1,5 hectáreas de árboles frutales diversos. Repartido en 6 municipios alrededor de Segorbe. Del total, tenemos en propiedad 4 hectáreas. En lo que sí hemos avanzado es que ahora podemos desbrozar las 44 hectáreas con un tractor, y no a mano como hicimos durante varios años.
2. Durante estos últimos tres años también nos embarcamos en otros proyectos de innovación agrícola, colaborando con instituciones de investigación para adaptar nuestras prácticas frente al cambio climático. Proyectos más recientes como el programa de fincas colaboradoras, nos están permitiendo investigar y poner en práctica modelos agroforestales, con técnicas de manejo de suelos y cubiertas vegetales que aportan sostenibilidad al olivar de secano. Estas iniciativas nos han permitido explorar nuevas técnicas de poda y manejo de suelos que protegen nuestros olivos y la biodiversidad, al tiempo que regeneran el suelo, maximizan la biodiversidad y fortalecen el ecosistema. Todos estos esfuerzos nos han dado herramientas para enfrentar los retos climáticos y para consolidar una red resiliente de productores.
3. Además, lanzamos el programa Corto-Circuito, una iniciativa de Sabores de Vida durante la pandemia de COVID-19, para facilitar la distribución de productos de nuestra red de productores amigos junto con los propios productos de Saborita. Preparamos cajas combinadas de productos de primera necesidad, asegurando el abastecimiento de consumidores colaboradores y facilitando a la vez nuestra producción. Este proyecto fue la semilla que nos hizo aún más fuertes como red de productores.
Y este periodo ha sido alucinante en cuanto a acciones y proyectos locales. La estructuración de la logística con agencias de transporte fue una revolución en mi vida personal, ya que pude destinar ese tiempo que estaba en desplazamientos haciendo repartos a participar activamente en el territorio. Con la red a la que pertenecemos y que hemos contribuido en gran medida a tejer, hemos lanzado juntos numerosas iniciativas locales:
4. Algunos ejemplos de estas iniciativas incluyen mercados (Sabora), ferias en muchos pueblos de la zona, plataformas de comunicación (Saborigen), sistemas participativos de garantía (Mosaics de Vida), proyectos de desarrollo rural (living Lab Vall Almonacid), redes y encuentros sobre semillas y biodiversidad cultivada, red de Guardians de varietats tradicionals, así como jornadas y talleres para desarrollar cantinas y huertos escolares ecológicos, entre otros.
5. Mención especial merece la actividad de formación y acompañamiento que impulsamos desde Saborita en Nave Esperanza, en Segorbe, en una pequeño polígono industrial. Este espacio se ha convertido en una incubadora para iniciativas de emprendimiento rural, como las Esponjas Vegetales de Marcos (ESVEVA), o formaciones para la creación de obradores compartidos, conservas ; prácticas de manejo agroecológico de cultivos, poda y emprendimiento agroecológico. Aquí también se encuentra nuestro centro neurálgico actual: el espacio logístico y agrícola de Saborita, justo al lado de las oficinas y el almacén de Sabores de Vida, desde donde gestionamos los productos y la logística de pedidos.
Todo este trabajo también ha sido reconocido por los actores técnicos e institucionales, quienes nos solicitan cada vez más a impartir seminarios en institutos agrícolas, en jornadas. Actualmente una colaboración mas estrecha con el Servicio de Transferencia de Tecnología de la estación experimental de la Cámara de Agricultura, con quienes participo regularmente en la formación de futuros emprendedores rurales agroalimentarios.
6. Actualmente estamos muy motivados con el arboretum que estamos plantando, compuesto por variedades olvidadas de frutales. Ya contamos con una treintena de variedades diferentes no catalogadas, obtenidas mediante injertos de árboles abandonados y aislados. Este trabajo etnobotánico es realizado en colaboración con la asociación ConnectaNatura, con quienes trabajamos en el proyecto Empelts de la Memòria – Radiant y con quienes formamos parte de la red de Guardianes de variedades antiguas del norte de Valencia y Castellón.
Tanto estas actividades como el acompañamiento son experiencias que me llenan y nos llenan, y sé que conforme nuestros cuerpos me pida reducir la actividad física intensa, podremos ir reduciendo paulatinamente y no obstante continuar contribuyendo en esta área con mucho gusto. Cultivar las semillas de un futuro deseable y resiliente le da sentido a nuestro proyecto, y por eso compartimos nuestras experiencias para inspirar y replicar nuestro modelo.
La Tercera etapa: 2024 y en adelante – Consolidación, difusión y transmisión de nuestro proyecto de territorio
Hoy, con Saborita, Sabores de Vida y las comunidades que ambas dinamizan, estamos preparados para dar un paso fundamental. Esta tercera fase es ambiciosa:
– buscamos retribuir a la comunidad lo que hemos aprendido
– seguir apoyando a más productores para que puedan permanecer en su tierra y prosperar
– queremos asegurarnos de que nuestra red se consolide como una estructura sólida y resiliente, capaz de enfrentar las crisis recurrentes.
Aquí os presentamos los proyectos ya iniciados o en marcha:
I) Inversiones para los nuevos proyectos de desarrollo local:
En este 2024 Saborita ha puesto en marcha dos nuevos proyectos que deberían permitirnos dotar de mayor rentabilidad a la explotación gracias a la valorización de los productos, y al mismo tiempo, posibilitará ofrecer un mejor servicio a más productores.
A_ Por un lado, hemos creado un atelier de transformación, u «obrador», en el que podremos elaborar conservas y preparaciones a partir de lo que producimos en los campos. Esto nos permitirá elaborar cremas de almendra o avellana, conservas dulces y saladas, y será también el espacio compartido para realizar colaboraciones con nuestros muchos amigos cocineros, además de un lugar de encuentro y formación tanto para productores como para enamorados de la gastronomía.
B_ El segundo proyecto ha sido fruto de varios años de investigación y desarrollo técnico, que nos ha permitido diseñar una máquina capaz de romper la cáscara de nuestras almendras, nueces y avellanas, calibrando y separando el fruto y limpiándolo. Este es otro punto de inflexión que nos dará mucha más libertad, liberándonos del yugo de las grandes empresas que procesan frutos secos.
C_ Es buen momento para introducir aquí también la llegada de una nueva herramienta informática para pedidos colectivos en la que trabajamos desde hace también 3 años. Con ella por fin vamos salir del sistema Google; daros más anonimato a la hora de hacer vuestros pedido; facilitar la autogestión de los grupos y agilizar aquí la gestión de cada pedido colectivo. Para ello hemos tenido la suerte de poder trabajar con un equipo local de informáticos para crear juntos esta nueva plataforma que os daremos a conocer en pocos meses.
Una parte importante de estas inversiones han sido posibles gracias a ayudas públicas que hemos gestionado y recibido : Proyecto Leader, planes de mejora agrarios, Cámaras de Comercio e IVACE entre otras.
II) Creación del “Laboratorio de Sabores y Saberes”
Dentro de esta visión, queremos lanzar en 2025 una asociación para la prefiguración de una Fundación, que estará dedicada a la investigación, innovación socioambiental y divulgación. Esta fundación dará vida a nuestro Laboratorio de Sabores y Saberes, donde trabajaremos temas como agroecología, agricultura regenerativa adaptativa, alimentación saludable, sabores y placeres culinarios, comunidad y desarrollo local, cooperación y participación, paisaje y biodiversidad, recuperación de variedades tradicionales, y diseño de prácticas sostenibles que protejan nuestro patrimonio agrícola y cultural. Queremos que este laboratorio sea también un espacio de encuentro para compartir y aprender juntos.
Para los que nos conocéis a Claudia y a mí de nuestro anterior proyecto OiSA, (Observatoire Itinérant des Systèmes Alternatifs), deciros que con el Laboratorio de Sabores y Saberes, finalmente cerramos el círculo, creando un vínculo entre la producción del mejor aceite de oliva y la construcción de comunidades resilientes y regenerativas, a través del cuidado de los ecosistemas, el desarrollo rural y la autoestima de los habitantes hacia su patrimonio y paisaje.
III) Creación de un centro (tiers-lieu): El Molino de la Morería en Jérica
Y dado que muchos de estos proyectos requieren un lugar físico y concreto y dado que no se puede estar en todas partes al mismo tiempo, nos faltaba un componente clave en el proyecto: un lugar de encuentro que facilite la transmisión de conocimientos y que amplifique nuestras fuerzas. Desde el fin de la pandemia estamos restaurando poco a poco un antiguo molino de piedra: el Molino de la Morería, para convertirlo en un tiers-lieu donde podamos acoger grupos y proponer experiencias formativas y vivenciales en sintonía con nuestra misión. Queremos que el Molino sea un refugio para la biodiversidad gracias al arboreto de variedades antiguas de frutales, y un lugar donde la comunidad pueda encontrarse, aprender y fortalecer el lazo que nos une. Tenemos varias visiones e ideas para este magnífico lugar que debe integrar también nuevos aspectos como la educación y el arte…, pero de todo ello os escribiremos más en adelante…
Aquí sólo decir que en este nuevo espacio podremos compartir con vosotros las maravillas de nuestro paisaje, un oasis de vida y creación, lejos del estereotipo del “desierto agrícola”. Queremos que este espacio sea un lugar para interpretar el mosaico de vida y cultura mediterránea, donde los saberes antiguos se encuentren con la innovación, y donde podamos organizar talleres y estancias experienciales centradas en los sentidos, el gusto, la comunidad y el conocimiento. Actualmente están ubicados allí también el obrador y la partidora del punto I por ejemplo y vemos allí igualmente la sede del laboratorio de Sabores y Saberes. El Molino desarrollará también una actividad de alojamiento rural, permitiendo acoger grupos de hasta 20 personas al inicio (2026) y hasta 35 personas en unos años.
Nuestro proyecto cobra la dimensión de territorio, la red de actores se expande, y nuestro impacto social, ambiental y económico en la comarca también. Concretamente, los miembros del ecosistema Saborita vivimos en diferentes pueblos de la comarca, en un radio de unos 20km alrededor de Segorbe y cada uno participa en la vida de su localidad.
IV) Ampliación de la red de productores en la familia Sabores de Vida: Mismo Compromiso
Con esta nueva etapa, amplificando y consolidando nuestra red de productores y actores en la comarca, nos emociona poder ofreceros una mayor variedad de productos. Desde los días más duros de la pandemia, el programa Cortocircuito nos ha permitido dar salida a productos de productores locales en dificultades. Poco a poco, hemos ido conociendo a cada productor y seleccionando sus productos con la misma dedicación con la que cuidamos nuestros olivos y almendros.
Algunos de los productos que os proponemos ahora son por ejemplo el primer azafrán ecológico de España, con trazabilidad de cada hebra; cecinas y jamón D.O. de Teruel, una selección de vinos naturales de cinco micro bodegas y de la cooperativa del pueblo, etc. que estamos seguros de que os encantarán. Pronto recibiréis fichas detalladas de cada productor y producto para que podáis conocer mejor a cada uno de ellos. Queremos que, cuando lleguen estos productos a vuestras manos, sintáis la misma confianza que habéis depositado en nuestro aceite durante estos años. Para los que ya están curiosos, al final de la carta hay un enlace al borrador del descriptivo de estos nuevos productos que os proponemos ya a partir de ahora para esta nueva temporada de otoño 2024.
Preparad las papilas gustativas!
V) Cómo vamos a trabajar todos juntos en esta nueva fase
En esta nueva época queremos que todos vosotros podáis ser parte activa del proyecto si lo deseáis. Nuestro deseo es que esta comunidad crezca y que cada uno de vosotros se sienta orgulloso de formar parte de ella. El Laboratorio de Sabores y Saberes, el Molino de la Morería, la asociación y futura fundación, y nuestro sueño de poder ver algún día aquí una bio-región, implican ampliar nuestra comunidad tanto dentro de Saborita como alrededor nuestro, aquí y allá donde haya personas dispuestas a hermanarse y vincularse con nuestros productos y proyectos..
Por ello, nos gustaría invitaros a ser embajadores de este proyecto y compartir con vuestros amigos, familiares y conocidos lo que representa Saborita: Cada nuevo miembro en nuestra red no sólo es un consumidor, sino una persona comprometida con un modelo de vida que cuida la tierra y respeta su equilibrio natural. Cada consumidor apoya con su pedido también la realización de este gran proyecto colectivo de desarrollo local y de investigación en propuestas más sostenibles.
El proyecto sigue siendo, como siempre, una labor de amor y conciencia. Nos mueve el cuidado del paisaje, de las personas y de cada uno de los procesos que permiten que Saborita sea una realidad. Cada compra, cada palabra compartida sobre nuestro trabajo, cada apoyo que recibimos de vosotros es una pequeña chispa que mantiene vivo este sueño de construir una comunidad resiliente y regenerativa.
Más allá de lo que podéis ver en cada producto y pedido, existe una red de personas dedicadas y apasionadas por su trabajo y por el impacto positivo que podemos generar juntos. Sabemos que los tiempos son difíciles, y precisamente por eso valoramos tanto vuestro apoyo y el vínculo que hemos creado.
Este es sólo el comienzo de una nueva aventura. Queremos que juntos sigamos sembrando futuro, cuidando el presente y honrando la tierra. Cada uno de vosotros es una pieza esencial en este rompecabezas que construimos día a día, con esfuerzo, dedicación y mucho amor.
Gracias por estar aquí, por creer en nosotros y por contribuir a un proyecto que un acto de resistencia y una apuesta por el futuro.
Con gratitud y cariño,
David
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¿Cómo funcionamos?
Colaboramos con agrupaciones de consumidores (grupos de consumo, comités de empresa, grupos de amigos o vecinos, asociaciones de consumidores…) lo que permite reducir la huella de transporte y además genera comunidad. El funcionamiento es muy sencillo y siempre estamos a vuestro lado: nosotros te facilitamos una tabla de pedido y las informaciones necesarias y nos encargamos de recoger las peticiones individuales y gestionar los cobros y el envío; tu, cómo organizador, nos ayudas a difundir entre tu red de contactos potencialmente interesados y te ocupas de recibir el pedido completo para distribuir.
También colaboramos con restaurantes motivados y con minoristas especializados y hacemos cajas especiales para regalo para empresas comprometidas y responsables.
Si te gustan nuestros productos y te motiva nuestro proyecto, estaremos encantados de conocerte un poquito más.
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